20 de enero de 2006

Será cosa de la muerte...


A ratos me encuentro contigo. Nos dijimos adios, te quedaste pensando si aquello era cierto y yo, en silencio, miraba a lo lejos, perdida, sin ti. Te extrañe tanto que fui muriendo. Sin ti no había más vida. Y llegó la muerte, que me salvó de seguirte amando para vivir sufriendo. En este cielo donde todo se ha movido, veo uno a uno mil momentos, y tú te suspendes en él. Pero nunca sé por qué vuelve todo menos nuestros besos. Será que, como estoy muerta, no siento. Sin embargo, acariciar esa imagen, me hace bien. Y en los ratos en los que me encuentro contigo siempre sonríes. La muerte le ha dado la vuelta a la tortilla y todo se ha tornado bueno. Mucho de lo que recuerdo es bueno. Todo menos lo que era bueno de verdad... eso no aparece nunca... Será cosa de la muerte, ¿no crees?.
Desde el arrecife... Sumergible.

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