Me alegra haberte encontrado, después de tanto tiempo... Aunque, como dijo Einstein, "el tiempo no existe", porque ya, a vista de pájaro, ese tiempo que parecía que no pasaba, se ha convertido en nada, al verte de nuevo.
Se pararon los sueños, las princesas dejaron de hablar y los caballos verdes se escondieron entre las sombras. No añoro tiempos mejores, cuando los mejores son siempre los que estoy viviendo. La vida me parece preciosa y muy legal. Y aunque me dijiste cosas feas que no eran ciertas, quizás porque a veces soñamos que tenemos los ojos abiertos en la más absoluta ceguera, dejé a parte ese paquete, esperando tu vuelta, ya despierta... ya con los ojos mirando a los míos. No he tenido más cosas en cuenta durante todo este tiempo que ese cariño que te tengo. Así te he esperado y así, con las manos llenas de eso, te encuentro... por eso te digo que es tuyo y mío... que es nuestro.
Bienvenida tú, con tu caballo verde... porque así como tú eres es como yo quiero que estés.
Cogiendo algas marinas para ir a tono... sumergible.