8 de mayo de 2007

Que me lo digan a mí....


Este fin de semana me lo he pasado de encierro en casa, con la excepción de una salida que hice el sábado a las ocho y media al supermercado. Me apetecían unos langostinos para cenar y pensé también acompañarlos con algún vinito rico. Aunque los compré, no los cené y, en lugar de vino, compré cervecita.

Me los comí al día siguiente, al medio día... los hice herviditos con un poquito de laurel, como mandan los cánones, pero me suelen gustar más a la plancha...

Pero bueno, a lo que iba... con el agua de los langostinos decidí hervirme un arroz (tipo basmati). Así lo hice y dejé que lentamente se fuera haciendo el arroz, muy lentamente porque lo puse al "uno" en el fuego. Después me pasé la tarde haraganeando, del sofá al sofá y de vez en cuando a la cocina. La verdad es que no se iba el olor a langostino, aunque tuve toda la tarde la ventana del balcón de la cocina abierto de par en par. Qué insistencia de aroma! increíble!. Duraba más de lo normal (yo creo que cada vez olía más).

Después de tres o cuatro horas, no sabría precisarlo, me dí cuenta de que el pucherito del arroz, seguía al "uno" en el fuego. Alguien ha tenido durante cuatro horas un arroz en el fuego?... se convierte en una masa compacta, reseca y el fondo se queda pegado a la cazuela como si formara parte de la aleación de la que está hecha.

A mí se me pasó el arroz, como reza el dicho. Tanto olor y yo ajena. Ahora ya sé qué es eso de que se te pase el "deso". Una experiencia más. Que me lo digan a mí... (un día de estos voy a tener que ver qué se siente cuando "se te seca el perejil", o algo).

Gastronomía a parte, yo seguí haciendo "sofing", porque total, para qué nos vamos a agobiar con todo eso que se "pasa". Tranquilidad.

Sumergible con laurel (y hardy).

1 comentario:

dable dijo...

Nunca se me he ha quedado nada en el fuego, ni real ni metafóricamente. Prometo hacérmelo mirar.

Suerte que no era arroz bomba.