8 de julio de 2007

¡Quiero seguir haciéndolo!.

De nuevos albores rosáceos, surgen mañanas frescas. En los jardines mis pies descalzos caminan mezclando pisada y rocío, rocío y sonrisa, sensación de un frío pequeño y mullido que relaja y cura. Me dijeron que la energía entra por las manos, con sus dedos extendidos. Que va pasando como un rayo de luz por los brazos, que recorre el cuerpo. Que, si lo deseas, arrastra todo eso que no quieres llevar dentro y que, si pisas la tierra, se descarga todo ahí y se queda fuera.. y si no "fuera" porque lo he vivido, pensaría que es una falacia. Pero es tan cierto como que vivo. Y vivo ajena a esta casa de hormigón y ladrillo, lejos de este mundo de pequeñas mentiras y grandes verdades, sin coches, sin ropas, desnuda de mí y casi sin cuerpo... sólo con mi pensamiento, camino. No hay madrugadas que yo me pierda, ni aromas sobre la tierra que yo no respire... Cuando se va, soy feliz porque sé que vuelve, cuando no tengo pido y cuando me desgasta el camino, sé que no dejaré de caminar porque siempre hay sendero y es para mí.
No me importan las voces de quienes tienen otras creencias. Me aportan siempre que me sirvan a mí, escucho y valoro, y espero no quedar ciega para poder ver un nuevo amanecer y seguir dando las gracias por despertar de nuevo a otro gran día.
Es hasta sencillo.
Sumergible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

M'ha gustao, m'ha gustao muxo. Como "casi" todo lo que escribes. Y me atrevo a decir casi, porque si bien me he descojonao con el "que viva marelamor", no te lo se asociar.... (a tu persona, me refiero).
Un besazo guapisima
Har