2 de febrero de 2009

Y es que a mí la risa....


No hay nada equiparable a la imaginación. Ese algo que te hace salir de lo real y te despliega más allá de lo que está ocurriendo. No me he doctorado aún en eso de la fantasía o la ilusión y creo que aún me falta mucho para hacerlo, sin embargo o pero, al margen de titulaciones, me gusta eso de practicar y hacer uso de ellas ya que existen.


Hay gente que se ríe porque le hace gracia una ocurrencia. Las hay francamente buenas y que ya nada más empezar tienen hilarantes efectos. Pero yo me río hasta con los chistes malos. Y he repetido varias veces la escena de caer al suelo de la risa, por un comentario sin más o por una agudeza de esas a las que nadie ve la chispa. Y me pasa que me cuentan y de inmediato yo ya lo estoy viendo. La imagen de la escena me desata una carcajada (y una, lleva a otra...).



LA ACEQUIA.

Un día iba por un sendero con una amiga. Ella cual doncella, se puso a caminar por la hierba al borde del camino. No vio que había una acequia de esas de regar y cayó dentro vista y no vista. Yo que iba hablándole, miré de soslayo y vi que no estaba. Y el susto, vaya susto! aunque para muestra su cara, que quedaba a la altura de mi cadera. Por supuesto!!! yo me reí!!!!, pero no por la caída a la zanja (esto es algo que se suele equivocar y mucho). Con toda seriedad dije: "vaya, vaya.... así se sentía Blancanieves con los siete enanitos???" Demoramos un rato el rescate, porque ni ella ni yo tiradas en el suelo (ella por una razón, yo por otra) , podíamos hacer movimiento alguno que no fuera al compás de la gran risotada.

... Y ES QUE A MÍ LA RISA ME DEJA SIN FUERZAS PARA RESCATAR PRINCESAS DE LOS REGUEROS...



"LA CUÑA".


La primera vez que fui a esquiar, me planté toda chula aquellas tablitas fosforitas bajo la bota y sin pensarlo demasiado, me tiré cuesta abajo (eso sí, glamurosa siempre). Unos segundos de velocidad y ya estaba pidiendo "socorro" (pero de los de verdad eh... no de los fingidos). Mi hermana gritando que hiciera la cuña (qué coño es la cuña???, voy a morir!!!!). Un chico se puso allá abajo, con los brazos en cruz, como esperando un paquete y diciéndome cosas que yo no entendía (como aquello era Francia...). Ni qué decir tiene que no hice nada más. Me dejé llevar hacia el inminente fin de mi trayecto (la vida pasó ante mis ojos... me vi guapa en todas sus escenas), me entró la risa pensando lo esperpéntica que soy cuando quiero y viendo aquel "Jesucristo" galo, esperando frenarme (qué iluso). Le chillé varias veces para que se apartara y sí, tomé contacto por último y le tiré al suelo como estaba previsto... "mersi", dije... (le noté como arrepentido, no sé), quizás no entendía mis carcajadas. ...Y ES QUE A MÍ LA RISA ME DEJA SIN FUERZAS PARA HACER LA CUÑA Y NO SOY FÁCIL DE PARAR CUESTA ABAJO, NI QUE APAREZCA "JESUCRISTO" POR DELANTE...



"LUPITA".

Un día me presentaron a una tal "Lupita". "Encantada"- dije. Dos besos de rigor y huída lejos, por lo menos hacia la otra punta y de espaldas, porque me acordé mientras la besaba, del chiste de "Lupita, cagona" y me tuve que retirar de su ángulo de visión. Qué bien esto de reirse, pero qué comprometido a veces, oye.

...Y ES QUE A MÍ LA RISA ME ESTROPEA LOS PROTOCOLOS CON LAS LUPITAS, Y LUEGO ELLAS PIENSAN QUE LO QUE ME PASA ES QUE SOY UNA INSOCIABLE...


Yo disfruto de mi imaginación y ella se aprovecha de mi debilidad, sabe en qué postura pillarme, sé que se lo pongo a huevo. Y aunque siempre sea para bien, me suelo acordar de cosas que me han ocurrido que... válgame!


Sumergible.








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