6 de septiembre de 2007

Ainssss....


Todo el mes de Agosto sin dar palo al agua, boca arriba, boca abajo, con la mínima indumentaria, con la mente en blanco, chupando sol como una lagartija, comiendo guarrerías en el mac donals, el telepischa y el burriking, pero también paellas y "fideguás", playa, playa y playa... Y ya estamos en Septiembre y ¿qué ha pasado ahora? ... pues que he vuelto a la oficina vestida diferente, con medio tacón, negra como un tizón, con el estómago convaleciente y... con la misma mente en blanco!. Me ha dicho una compañera que el periodo de adaptación dura una semana (que son siete días) ... yo ya llevo cuatro adaptándome a que me hablen de cosas que ni me acuerdo, a interpretar números en los papeles, a pisar sobre tacones sin hacerme una avería en los tobillos, a que me apriete el pantalón (y los sujetadores), a que no se me olvide pintarme el ojo antes de salir, pero sobre todo a distinguir el ruido del despertador, que no sé qué hago pero lo apago y me he dormido cada uno de estos cuatro días. En realidad no sé si me estoy adaptando bien o es que yo voy a necesitar más tiempo que el resto.

Me voy a dar tiempo antes de pensar en tener eso del síndrome post-vacacional (que no sé bien en qué consiste, pero me voy a ir observando).

Firmaré cuando me acuerde de mi pseudónimo.






No hay comentarios: