1 de enero de 2007

Te lo dedico a ti.


Me has dicho algo que está inspirando este post, porque quiero hablar de ello. Mostrándome tu caríño, que siento es mucho, me has dicho: "es que tú eres genial", a lo que yo he contestado: "para ser algo, hay que compartir lo que se es". No quiero filosofar, ni emitir sentencias.

Eres genial, porque te dejas ver y alguien te lo dice. Porque, a solas, sencillamente eres tú y esa es tu natural manera. Pero si no te das, no eres nada, no deja de ser una etiqueta, es cierto, pero es de las agradables. También hay de las otras, esas que no gusta llevar colgando.

Por mi parte, diré, que no me gustan ni las etiquetas, ni los rótulos, ni siquiera los "posits". Pero sí la gente que observa callada, mirando a su alrededor, buscando algo que sea diferente, una chispita que aporte de repente una distinción a ese momento de su vida. A veces lo hacemos sin querer (son los mejores momentos) y otras vamos a ello sabiendo.

Yo no sería nada sin ti y mi cariño no tendría nombre si tú no lo llamas así. Por eso te doy las gracias. Para mí, que estés ahí es un regalo y por eso vivo eternamente agradecida. No puedo sino ser feliz y no tengo otra respuesta para la gente como tú, que ser y estar, con sencillez y naturalidad, por no perder lo que recibo. Porque recibir, resulta que es lo más difícil hoy en día.


Sumergible en puerto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La cuestión de los afectos, el ir y venir de los sentimientos, sensaciones del alma que nos reconcilian con lo material.

¡Feliz día, feliz año y feliz vida!